4 de maig 2012

Cotopaxi–Quilotoa

Ruta de los volcanes. Ecuador.
3-4 de Mayo 2012

Cotopaxi (5.897 mts)


Salimos temprano de Quito por la Panamericana con dirección al Parque Nacional Cotopaxi. El tiempo se mantiene estable, aunque las nubes parece que se resisten a desaparecer del todo. Todavía no ha terminado la estación húmeda, aunque ya está empezando a cambiar el tiempo.

Laguna de Limpiopungo con el volcán Rumiñahui al fondo.



Paramos al lado de la laguna de Limpiopungo (3.800 mts) para tomarle unas fotos al volcán Rumiñahui. El cielo está impecable en este lado del parque. Al otro lado, el Cotopaxi sigue bañado en un mar de nubes, medio dormitando todavía.



El jeep que transporta nuestras bicicletas nos deja a 4.500 metros de altura, muy cerca del refugio de José Ribas, en la ladera misma del volcán Cotopaxi (5.897 mts). En cualquier momento puede rugir desde sus entrañas, así que mejor salir cuanto antes. Hace mucho frío. Las temperaturas a esta altura y el fuerte viento nos obligan a enfundarnos varias capas de ropa.



Iniciamos el descenso por pista de tierra y cenizas hacia el valle. De allí seguimos por un camino de piedras que remonta hacia una antigua fortaleza inca. Se nota la altura. El corazón late con fuerza mientras cada golpe de pedal se lleva todo el oxígeno inhalado. Por fin llegamos al lado de una choza y paramos para un pic-nic rápido y una visita a las ruinas.

Ruinas incas en el Cotopaxi.



Seguimos, siguiendo un pequeño sendero, entre prados habitados por algunos caballos salvajes. Nuestro destino final es la entrada norte del parque.



Cargo la bicicleta en el jeep y nos dirigimos hacia el poblado de Quilotoa, por una carretera a medio construir. Toda la zona está habitada por los Quechues, una etnia que ha poblado estos lugares desde tiempos muy antiguos.

Poblado de Tigua.
Quilotoa.
Jugando al fútbol a más de cuatro mil metros. Quilotoa.



En Quilotoa me alojo en casa de la familia de Humberto Latacunga, célebre artista de tigua, el estilo pictórico local. Quilotoa está a unos 3.900 mts de altitud. Al caer el sol, el frío se empieza a notar. En la habitación tengo una estufa de leña que, por lo menos, logra alegrar un poco el ambiente. Después de un buen desayuno, bajo al cráter del volcán Quilotoa. Las aguas de la laguna están gélidas.

Cráter del volcán Quilotoa.


A la vuelta, agarro la bicicleta y bajo hasta Zumbahua.
Otro tramo de carretera en coche y unos kilómetros más allá de la aldea de Tigua, me alejo de la carretera para tomar una pista que me llevará hasta Saquisilí: unos dos mil metros de desnivel en bicicleta de montaña, disfrutando de un paisaje forrado de campos y salpicado por casas de campo.
Es una tarde húmeda, con un sol rasante que ilumina el paisaje de manera muy especial.
En el camino me encuentro con niños que salen de la escuela, rebaños de ovejas, pastores… la vida cotidiana me sonríe.

Saquisilí.



El tour termina en Saquisilí. El jeep me lleva de vuelta a Quito.
Una ducha y una buena cena me esperan.