24 de jul. 2010

Albarracín. Taller de Tipografía

IV Curso Internacional de Ilustración y Diseño Gráfico.
Lleno, Vacio y a Medias.
Albarracín. Teruel. 23-26 Junio, 2010


Albarracín es un lugar encantador. Una localidad al sur de la provincia de Teruel. Es monumento Nacional desde el año 1961 y declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Fue fundada por romanos y árabes, construida sobre una colina y rodeada por el río Guadalaviar. Un lugar, sin dudas, mágico y de una enorme belleza.
Es en este municipio donde, desde hace cuatro años viene celebrándose el Curso internacional de ilustración y diseño gráfico.





«Durante cuatro días y casi cuatro noches los profesores invitados, presentan mediante presentaciones, talleres y ponencias su bagaje y experiencia profesional, su trabajo y la reflexión teórica que la sustenta y las estrategias para llevar a cabo nuevas creaciones». Todo sucede en Albarracín, «donde todo cabe».

Fueron unos pocos días, pero tan intensos que todavía permanecen claros en la memoria. Con unos espléndidos anfitriones: Isidro Ferrer y Carlos Grassa Toro. Unos compañeros de lujo: Isabelle Vandenabeele, Pep Montserrat, Javier Mariscal, Benoît Jacques y Leonardo Sonnoli. Y un montón de entusiastas con ganas de aprender y pasarlo bien.


Tanto monta monta tanto: Isidro Ferrer y Carlos Grassa Toro


Benoît Jacques


Isabelle Vandenabeele


Leonardo Sonnoli


Preparé una charla especial para la ocasión a partir del tema propuesto por los organizadores (Lleno, vacío y a medias) que titulé «Tipografía: un juego de luces y sombras» e impartí un taller también preparado a medida y pensado para un público no especializado en el diseño tipografía: «La voz, el signo y la memoria». Espero no haber resultado demasiado «coñazo»...




Participantes en el taller: Juan Martinez, Fabiola Garrido, Patricia Lizaso, Marian Bandrés, Irene Osorio, Sergio García, Imma Menguan, Susana Blasco, Javier Peña, Laura Monesma, Carmen Iranzo, Ismael Medina, Jaime Lloro, David Yerga, Víctor Arráez.
— Muchas gracias!


En la plaza, después de los talleres y las conferencias, nos reunimos para tomar y charlar. Por la noche, se organizan pases y proyecciones de trabajos y proyectos, tanto de profesores como de alumnos.




Las noches son largas o son cortas (según como se mire). Por la noche de San Juan es tradición bajar al río a lavarse la cara y así mejorar el aspecto físico. No dio resultado, en mi caso. Pero hubo más de uno que le resultó bien el «hechizo».


...Y lo pasamos la mar de bien.
Siempre nos quedará Albarracín.