25 de gen. 2010

Helsinki



El Sábado, a la mañana siguiente de terminar el taller de tipografía, el día amaneció resplandeciente. La ciudad blanca se despertó bañada de sol. La temperatura no subió de los -15 pero el aire frío mantuvo el ánimo bien caliente.
Salí a pasear. A despedirme de la ciudad. A disfrutar de un paseo matutino, un café en el Ekberg y de una inolvidable experiencia nórdica de patinaje sobre hielo, en el helado mar que baña las costas de Helsinki.