25 de març 2010

Lletraferits 2010

23-24-25 Abril, 2010
Sexta edición de un encuentro lúdico-tipográfico



Es viernes y la comitiva organizadora tiene la misión de llegar como «avanzadilla» para ir preparando el terreno. Todos los años se obsequia con una bolsa sorpresa —el «goodie bag» o bolsa regalo—. Este año, a parte de la acostumbrada camiseta oficial y las guías turísticas (por gentileza del Consell Comarcal de Les Garrigues), completaban la bolsa un ejemplar del libro Paul Renner, de Christopher Burke, editado por Campgràfic; el catálogo Hellsinki, del foto-diseñador Eloi Gimeno; el type specimen del tipo Dsignes, en formato cartel; un catálogo impreso en papel periódico, así como diversos impresos aportados espontáneamente por los asistentes.



Hay que decir que la pasada edición de Lletraferits 2010 fue bastante más relajada que ediciones anteriores en las que las actividades casi se solapaban y provocaban cierta sensación de estrés.
En lletraferits se ha hablado de muchos temas: Sobre Emil Ruder, sobre la tipografía en el siglo XVIII, sobre las Vanguardias históricas, sobre tipografía contemporánea, sobre diseño de periódicos y revistas, sobre la docencia en tipografía, sobre escrituras ya desaparecidas, proyectos en curso, ...
Pero este pasado año parece que todo el mundo se lo tomó con más calma y tranquilidad. El tiempo también acompañó, haciendo posible que la «butifarrada» del domingo tuviera lugar al aire libre, en pleno campo.







Viernes
Los comensales, que fueron llegando a lo largo de la tarde del viernes, se reunieron para la cena, la ya tradicional sopa de letras con «pilotilles» (albóndigas). Después de la cena, las presentaciones y el reparto de las bolsas sorpresa que acaparan la atención durante unos momentos. Algún discurso infame, risas, cafés y algo de alcohol.
En esta ocasión, el primer día coincidió con El día del Libro (festividad de Sant Jordi). Por ello, al finalizar las presentaciones, se ha regaló el libro «Lletraferits» (a todos) y, además, una rosa para las chicas (como es tradición). El libro, a manera de memoria, recoge momentos emotivos y algunos de los contenidos que han tenido lugar a lo largo de estos cinco años.
La noche terminó pronto o tarde (según se mire). El día siguiente fue largo.




Sabado
Sábado amaneció soleado. Después del desayuno se preparó el panel de actividades, un gran cartel en blanco en el que cada cual anotó su propuesta (charla, presentación, debate...) a desarrollar durante el fin de semana. Se inició la actividad tipográfica con la muestra de libros, realizada a partir de las aportaciones de los asistentes. Esta es una de las actividades ya establecidas a priori y que invita a todos los asistentes a participar. Siempre dedicamos buena parte de la mañana para que cada cual presente su «joya» tipográfica, con el fin de compartirla con los demás durante estos días. Por Lletraferits se han visto ediciones de todo tipo. La lista es demasiado larga.

Durante la mañana Jordi muestra el desarrollo de su tipografía «Pona», compartiendo procesos y dudas. Eloi presenta su trabajo «Hellsinki», uno de los regalos en la bolsa de este año. No cabe duda de que Eloi tiene un especial talento para captar momentos y emociones.

En la sala anexa hay wi-fi, así que algunos aprovecharon para consultar correo o para preparar tranquilamente su charla.
Al finalizar la mañana, durante el vermut, en el bar de La Pobla se improvisan unos campeonatos de futbolín.
Las comidas, preparadas cuidadosamente por el equipo de cocineras de Cal Gort, aportan pequeñas pinceladas de gastronomía local al evento. Nos gusta cuidar este punto en especial. Y ya se sabe que después de una buena comida no faltará una buena sobremesa en la que se aprovecha para debatir acerca de temas tipográficos diversos.
No podían faltar las celebraciones. Txus nos regaló con un pastel de cumpleaños para celebrar el primer aniversario de su hijo. No pudo asistir al anterior Lletraferits a causa del nacimiento de su hijo, así que nos debía una celebración.

La tarde fue tranquila. Se resolvieron algunos temas pendientes relativos al Congreso de Tipografía y se habló sobre diseño de portadas de revista, caligrafía y otros temas, de manera (muy) relajada.
Estos días ha aparecido un perro vagabundo al que hemos alimentado y adoptado bajo el nombre de «Baskerville» (aunque sigo pensando que «Caslon» hubiera sido un nombre más adecuado y corto para el can).

Por la noche, se comió, se bebió y, a falta de queimada, se improvisaron unos coktails al más puro estilo «tiki» gracias a las artes de tiki-Ivan y señora.




Domingo
Poca cosa a comentar, a parte de que cada uno durmió lo necesario y se relajó el ambiente largo y tendido hasta la hora de comer que, como hizo buen tiempo, volvimos a disfrutar de un almuerzo campestre a base de carne de cordero, cerdo y otras bestimentas.
Tarde de vuelta a casa y hasta la próxima.